El show de las mariposas

¿Las mariposas hablan? Para el observador atento, tal vez sí. Como todo lo que existe de bello en la naturaleza, las mariposas tienen algo que decirnos en relación con quien las planificó, ellas también están cubiertas de las huellas del Creador.

Una noche un hombre llamado Nicodemo vino a hablar con Jesús. Jesús, mientras le hablaba, le dijo algo que Nicodemo no entendía. Le dijo: “Quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Nicodemo estaba realmente desconcertado por lo que había dicho Jesús. No podía entender cómo alguien podía nacer de nuevo. Todavía en el día de hoy hay muchas personas que tienen dificultad para entenderlo.

Un ejemplo es el de las mariposas Monarca, insecto que ilustra bien el proceso de la metamorfosis. ¿No es bonita? Creo que la mariposa es una de las cosas más bellas que Dios ha creado, pero no siempre fue tan preciosa.

La mariposa pone un huevo que se desarrolla hasta que nace la oruga. Esta se alimenta de hojas y se mueve utilizando las patas. Después de pasar por varias etapas, finalmente parece que “se cansa” de andar arrastrándose por el suelo, usando las patas y comiendo hojas. Entonces sucede algo extraño y milagroso: se prende por medio de sus patas delanteras a una rama. Después, se doble y llega a la etapa denominada “J”. De esa etapa a la siguiente, lleva solamente entre 60 a 140 segundos. La oruga se recubre y ya es un capullo, una crisálida. ¡Es una maravilla de la ingeniería! Sin embargo, hay más. En ese estado no es mucho más que una “jalea”, que debe estar previamente programada para dar origen a una linda mariposa.

Cuando la crisálida abre y la mariposa sale, es una nueva creación. El gusano ya no existe. Ahora es una mariposa. Creo que ésta es una buena forma de explicar lo que Jesús dijo cuando mencionó que había que “nacer de nuevo”. La Biblia dice: “Si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2 Corintios 5:17-NVI). Cuando invitamos a Jesús a entrar en nuestro corazón, nos convertimos en una nueva creación. Dios no sólo nos limpia y nos pone alas…él nos hace una nueva criatura. ¿Qué prefieres ser: un gusano o una mariposa? Jesús te hará una nueva creación si le invitas a entrar a tu corazón.