La abeja y el Creador

En ese tiempo el Señor hará venir como moscas a los que viven en los lejanos ríos de Egipto, y hará venir como abejas a los que viven en Asiria. Isaías 7:18, versión DHH online.

En este artículo veremos cómo se relacionan las matemáticas, las abejas y nuestro Dios Creador.

¿Has visto un GPS? Tal vez el coche de tu familia tenga uno!

El Sistema de Posicionamiento Global o GPS (por sus siglas en inglés) es un instrumento que sirve para localizar nuestra ubicación precisa sobre la superficie de la Tierra. Con él podemos, entre otras cosas, ingresar un destino y seleccionar la mejor ruta o la más rápida. ¿Cómo funciona un GPS? Gracias a los satélites que giran constantemente alrededor de nuestro planeta. El GPS realiza varios cálculos muy complejos para determinar nuestra ubicación exacta.

Piensa ahora en un vendedor o repartidor de productos. Él necesita recorrer varias localidades y comercios. Aún con ayuda de un GPS, deberá decidir el recorrido que le permita visitar todos sus destinos en un breve período de tiempo. Parece simple, pero no lo es.

Nuestro cerebro es capaz de trazar una ruta que incluya múltiples destinos, pero necesita información precisa. Con todo, el hecho es que no hay ecuaciones eficientes para resolver el problema de la logística. Por ejemplo, nuestro vendedor planificó su recorrido eficientemente, pero se olvidó de incluir un destino. Y se acordó tarde. Ahora tendrá que volver, porque ese destino no estaba incluido en la ruta original.

Ninguna computadora, por más eficiente que sea, puede resolver los “olvidos” de este vendedor. Además, existen múltiples combinaciones de destinos y rutas posibles para el vendedor. ¿Cuánto tiempo tomaría comparar todas las combinaciones posibles de rutas dentro de una ciudad? ¿Qué hacer? ¿Cómo resolver el problema? ¿Existe algún sistema que resuelva el problema de la logística?

El problema del vendedor ha sido estudiado por muchos matemáticos y científicos de la computación en el pasado. Y hasta se lo ha llamado, en inglés, Traveling Salesman Problem, es decir, el problema del viajante vendedor. Los viajantes eran personas que recorrían los pueblos y localidades del interior en representación de los comercios más importantes de las ciudades. Eran algo así como vendedores ambulantes.

Al observar la naturaleza creada por Dios, encontramos algunas respuestas asombrosas.

Y la respuesta está en las abejas. Ellas son capaces de resolver problemas matemáticos complejos, superando así la capacidad de cálculo de las computadoras modernas. Aunque su estructura cerebral es simple, tiene un poder de cálculo increíble.

Este es el resultado de un estudio desarrollado por científicos del Departamento de Ciencias Biológicas Royal Holloway, de la Universidad de Londres, en el Reino Unido.

Las abejas aprenden a tomar la ruta más corta para llegar hasta las flores que suelen encontrarse aleatoriamente por el camino. Es decir, ¡ellas resolvieron el problema del viajante! Son capaces de trazar una ruta que les ahorra tiempo y energía.

“Las abejas tienen que calcular la manera más eficiente de alcanzar cientos de flores minimizando la distancia del viaje y, a continuación, encontrar el camino más confiable de regreso a la colmena. Esta no es una hazaña trivial para un insecto que tiene el cerebro del tamaño de una cabeza de alfiler” , dice el investigador jefe del proyecto, Dr. Lars Chittka.

Los investigadores implantaron en ciertas abejas un chip rastreador que les permitió analizar y describir su ruta. Luego de estudiar los trayectos de las abejas, los científicos lograron identificar el circuito neural mínimo necesario para la solución de problemas complejos. Pero ellos no se conformaron con eso. La parte más difícil de la investigación fue cargar toda la información en las computadoras para calcular el menor camino posible. Así podrían comprobar si las abejas estaban haciendo bien los cálculos. Y, por supuseto, lo estaban haciendo muy bien.

¿Por qué decidieron investigar a las abejas? Es que el descubrimiento tiene una amplia gama de aplicaciones en la vida cotidiana, desde la entrega de paquetes de datos en Internet y de paquetes reales por correo postal, hasta la eliminación de atascos en las ciudades, solo por citar algunas utilidades de ese estudio.

Me sorprende ver la admiración de los científicos por este insecto del que solemos quejarnos cuando nos pica.

Entonces, sigue ahora este razonamiento: ¿Cuál sería la probabilidad de encontrar una nanocomputadora del tamaño de una cabeza de alfiler, capaz de realizar  cálculos complejos con total eficiencia en pocos milisegundos? ¿Será fruto de la casualidad? Pues, la evolución no lo explica, ya que no hay evidencias de que las abejas hayan evolucionado demasiado. Nada puede explicar su gran aptitud matemática. Son un verdadero GPS de la naturaleza.

Tampoco se han hallado fósiles que pudieran dar una pista de la posible evolución de las abejas. Los creacionistas, sin embargo, creemos que el Creador las ha dotado de todos los componentes que hoy nos dejan perplejos.

Siguiendo nuestro razonamiento, no es posible que esa supercomputadora en miniatura pueda ser fruto de azar, aunque pasen millones de años. No te olvides que, si las abejas no hiciesen bien su trabajo como los principales agentes de polinización, esto comprometería toda la vida sobre la tierra.

Otra evidencia más de puro diseño inteligente que solo puede ser ideado por el Dios todopoderoso descrito en la Biblia.