La luz

La luz

En el comienzo mismo de la creación, en la Palabra de Dios se nos indica que: Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día (Gén 1:3-5).

Considerando el registro bíblico, nos lleva a buscar respuestas a estas preguntas: ¿Qué es la luz?, ¿Por qué Dios creó la luz el primer día?

Podemos decir que, la luz  ha sido creada como  una forma de energía,  de radiación electromagnética. La luz se puede propagar en forma de ondas, viajando en el vacío, a una velocidad de aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo.

Lo que conocemos como luz blanca es la suma de todas las ondas comprendidas entre esas longitudes de onda, cuando sus intensidades son semejantes. Así, cuando se traspasa la luz por un cristal o superficie semejante, se puede apreciar la descomposición de la luz, en forma de conjunción de colores, que se aprecian en el ARCO IRIS.

Arco iris

La luz se emite en línea recta y hacia todas las direcciones, y difundiéndose, en una superficie cada vez mayor a medida que avanza. Si algo en su camino le estorba se forma una sombra en el sitio en donde no pasa la luz; así pues, ocurre con los cuerpos opacos, mientras que la luz tiende a pasar con facilidad a través de los cuerpos traslúcidos y transparentes.

Una mirada al texto bíblico, nos permite dilucidar, la certeza de que, gracias a la luz, es posible la vida en el planeta, ya que tiene un efecto importante para todos los seres vivos. Gracias a ella, las plantas y los animales pueden realizar procesos bio-fisiológicos, para obtener energía, como también los seres humanos pueden, absorber vitaminas fundamentales para el equilibrio orgánico, como también ayudar a mejorar el estado de ánimo.

Dios, en su infinita sabiduría, nos dice: “Yo soy la luz del mundo”, como también: “sed luces, en un mundo de oscuridad”, sabiendo que la salud integral de la creación, dependen de la luz, y de seguir las leyes que puso Dios para su sustento.