Reproducción asexual: Leyes claras y precisas

“Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo” (Romanos 11:17).

El texto de inicio, nos da pie para indagar sobre las distintas maneras en las cuales, algunos seres vivos dan continuidad a sus especies: la reproducción asexual. En el diseño inteligente de la creación, podemos distinguir a un Dios creativo, que gusta de la variedad, pero también de las leyes claras y precisas, que demuestran este proceso vital, constante y cíclico.

 

¿Qué es la reproducción asexual?

Es la reproducción, en la cual los seres vivos dan continuidad a su especie, sin la intervención de los órganos sexuales, por lo tanto, no hay presencia de células sexuales, sólo es necesaria la presencia de un progenitor.  Es importante aclarar que puede ocurrir en microorganismos, en plantas y en animales.

¿Cómo se produce la reproducción asexual?

Existen varias formas de reproducción asexual, las clasificaremos en:

  • División binaria:  la célula madre se divide en dos, originando una célula hija, semejante exactamente a su madre, ocurre en organismos unicelulares como algas y protozoarios, como también, en el caso de la lombriz de tierra, se divide el cuerpo de la progenitora en dos y resultando un organismo semejante al que la origina.

  • Esporulación: El núcleo se divide repetidas veces; mediante la duplicación del material genético, cada núcleo así formado, se rodea de citoplasma, y queda recubierto con una membrana, que luego se disuelve, conformando esporas, que luego son liberadas al medio ambiente. Este proceso puede ocurrir en bacterias, hongos, y plantas, como helechos y algas.

  • Gemación: el proceso ocurre cuando se genera una protuberancia, gema o yema, que se va profundizando, hasta estrangularse, y dar lugar a un organismo semejante al progenitor, pero con tamaño menor.

  • Fragmentación: en este proceso, el individuo se parte en dos o más fragmentos, pudiendo regenerarse por completo, dando origen a nuevos organismos semejantes al original.

  • Multiplicación vegetativa: esta manera de reproducción, se corta una porción de la planta, ya sea por esqueje, bulbo, tubérculo, rizoma, o una porción de la planta, y da origen a un nuevo individuo, como también injertando en otro, una porción de una planta, se origina un nuevo ser.

Así como en el versículo inicial nos muestra que podemos ser injertados como un olivo silvestre para cambiar nuestra naturaleza, Dios usa las distintas formas de reproducción para mostrarnos que somos su hechura, y toda forma de vida depende de su mano.

“…Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime” (Ezequiel 17:22).