Diseño en los artrópodos

Diseño en los artrópodos

“Pues cada casa tiene un constructor, pero el que construyó todo es Dios” (Hebreos 3: 4, versión NTV online)

El científico debe saber observar y contemplar lo que lo rodea. El cristiano, ya sea científico o no, puede llegar a comprender el propósito y el carácter del Creador cuando observa su Creación. Lamentablemente, hoy no podemos observar la perfección que describe el Génesis, mediante esa frase que resume la semana de la creación: “Todo era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).

Sin embargo, cada vez más, la ciencia se maravilla de los mecanismos que tienen los animales para llevar adelante sus funciones. Una rama de la cibernética, la biónica, se encarga de investigar el funcionamiento de los seres vivos y luego replicar esas capacidades mediante dispositivos tecnológicos.

El exoesqueleto, el esqueleto externo de los artrópodos, ha inspirado a algunas grandes compañías de indumentaria, quienes han querido replicarlo mediante nuevas tecnologías.

Las ventajas de los diversos exoesqueletos se tienen en cuenta para lograr diseños cada vez más inteligentes y responder a las demandas de los usuarios. Algunas de las funciones que se han podido imitar son las siguientes:

  • Contención. Se ha estudiado y logrado una forma adecuada para abarcar las piezas internas y situarlas en su posición adecuada.

  • Articulación. A través del empleo de diversos materiales se ha conseguido insertar elementos duros en carcasas flexibles.

  • Interacción. Se ha logrado aumentar la interacción colocando en las carcasas displays, palancas, botones y demás dispositivos.

  • Soporte de grandes pesos. Al utilizar materiales que tienen una muy buena relación de resistencia y peso.

  • Hermeticidad. Es posible gracias a las juntas de goma o uniones de materiales flexibles que hacen presión y permiten sistemas de cierre.

Sin embargo, hay muchas otras funciones que no se han podido lograr, tales como:

  • Detección de la vibración. Por ejemplo, presente en los pelos sensoriales en la superficie cuticular de los escorpiones, lo que les permite detectar y captar las vibraciones.

  • Alta pérdida de agua. Esta característica es frecuente en los quilópodos, que, al carecer de una capa cerosa, no impide la evaporación del agua.

  • Ahorro de energía. Los crustáceos nadadores modifican su forma para lograr una mejor aerodinámica.

  • Cambio de color. Como en el escarabajo Hércules, que al humedecerse la quitina porosa cambia su índice de refracción, dejando ver la capa inferior de la melanina.

  • Muda. Ocurre en muchos tipos de artrópodos, cuando la epicutícula se seca y se desprende y las capas más internas se hidratan y expanden.

Al hacer un estudio exhaustivo de las funciones de los exoesqueletos, los ingenieros llegan a la conclusión de que nuestras mejores carcasas aún no los superan. En este punto, una vez más, la creación todavía le gana a la tecnología.

“Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia” (Job 12:13, versión Reina-Valera 1960 online).