
Diseño en los artrópodos
“Pues cada casa tiene un constructor, pero el que construyó todo es Dios” (Hebreos 3: 4, versión NTV online)
El científico debe saber observar y contemplar lo que lo rodea. El cristiano, ya sea científico o no, puede llegar a comprender el propósito y el carácter del Creador cuando observa su Creación. Lamentablemente, hoy no podemos observar la perfección que describe el Génesis, mediante esa frase que resume la semana de la creación: “Todo era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).
Sin embargo, cada vez más, la ciencia se maravilla de los mecanismos que tienen los animales para llevar adelante sus funciones. Una rama de la cibernética, la biónica, se encarga de investigar el funcionamiento de los seres vivos y luego replicar esas capacidades mediante dispositivos tecnológicos.
El exoesqueleto, el esqueleto externo de los artrópodos, ha inspirado a algunas grandes compañías de indumentaria, quienes han querido replicarlo mediante nuevas tecnologías.
Las ventajas de los diversos exoesqueletos se tienen en cuenta para lograr diseños cada vez más inteligentes y responder a las demandas de los usuarios. Algunas de las funciones que se han podido imitar son las siguientes:
Sin embargo, hay muchas otras funciones que no se han podido lograr, tales como:
Al hacer un estudio exhaustivo de las funciones de los exoesqueletos, los ingenieros llegan a la conclusión de que nuestras mejores carcasas aún no los superan. En este punto, una vez más, la creación todavía le gana a la tecnología.
“Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia” (Job 12:13, versión Reina-Valera 1960 online).
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