El legado de Eratóstenes

El legado de Eratóstenes

“Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar” (Isaías 40: 22, RVR 1960 online).

¿Alguna vez has soñado con ser científico y realizar un gran descubrimiento que cambie la forma en que la gente ve el mundo? Sí, esa fue la vida de Eratóstenes de Cirene, nacido 276 años antes de Cristo.

En ese momento, la gente no pensaba que la Tierra fuera plana, al contrario, creían que era redonda, pero no sabían cómo demostrarlo.

Fue entonces cuando en la colonia griega de Cirene, en el norte de África, Eratóstenes comenzó a buscar una solución a este problema. Su inteligencia era famosa, y el propio faraón de Egipto, Ptolomeo III, le concedió el honor de ser el maestro de su hijo y director de la famosa biblioteca de Alejandría.

Y no tuvo que salir de casa para hacer eso. Usó métodos matemáticos para resolver el problema. En ese momento era común hacer proyecciones matemáticas sobre eventos, una predicción sobre números.

Eratóstenes pensó de esta manera: hizo una comparación entre su ciudad, Cirene y Alejandría. Así que puso una estaca en Cirene, luego pagó a una persona para que midiera la distancia de la ciudad a Alejandría en pasos, y puso otra estaca allí.

Al mediodía del día más largo del año, pidió a algunas personas que midieran esta sombra. Tras estos números y conociendo las distancias exactas entre estas ciudades, hizo los cálculos y llegó a una distancia de 40 000 km.

Ahora bastaba aplicar esto a la distancia total de la circunferencia (globo) de la Tierra. Así, el cálculo y la prueba se hizo, no solo de la circunferencia de la Tierra, sino de su tamaño real.

Para que te hagas una idea, en la actualidad han hecho una medida de la circunferencia de la Tierra y, ¿sabes cuál fue el número que encontraron? 40 070 km.

Eratóstenes fue un gran matemático y astrónomo, y su historia vive con nosotros hasta el día de hoy. Pero incluso sus grandes hazañas no cambiaron la historia como sí lo hizo la vida, obra y resurrección de Jesús. Algo que ningún científico puede negar.

¿Conoces las historias de Jesús? ¡Sí! Están en la Biblia.

Vale la pena estudiar la Biblia para comprender cómo nació nuestro mundo a través de las manos del Creador Dios.