Miren las aves

Miren las aves

“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6: 26, RVR 1960 online).

¿Cómo aprendiste a comer? Qué pregunta más tonta, ¿no?

Los miembros de tu familia te enseñaron a usar los cubiertos y los ha estado usando desde entonces, ¿verdad? Esa es la respuesta. Ahora piensa un poco: los animales y los pájaros, ¿cómo aprendieron a ser y a hacer todo lo que hacen? ¿Fueron a la escuela?

Parece que, según investigaciones de varios científicos, estos seres nacen con unas habilidades básicas, insertadas en su código genético, y, sin embargo, son entrenados por los padres para cuestiones más específicas del entorno en el que viven.

Hay aves, por ejemplo, que se alimentan de semillas. De una forma muy especial, saben cuándo habrá períodos de sequía, y por eso almacenan semillas para cuando los árboles no puedan proporcionarlas. Almacenan la siembra. ¡Eso mismo!

Algunas recogen gran cantidad de piñones (semilla de pino) y los almacenan en el suelo, literalmente cavando un hoyo y enterrándolos. De esta forma, cualquier semilla plantada y olvidada, digamos, puede dar lugar a un nuevo pino.

Este comportamiento ayuda mucho en la siembra de nuevos árboles, actuando en el sentido de una replantación, porque terminan “plantando” estas semillas en áreas propicias para su crecimiento. Los almacenan en periodos de alta producción, alimentándose ellos mismos, de la misma forma que los almacenan.

Luego, usando una memoria increíble, son capaces de rastrearlos, usando puntos de referencia para eso, y con eso, soportar períodos de escasez.

Según los evolucionistas, este aprendizaje ha sido “registrado” en la especie durante millones de años, a través de la selección natural. Lo que argumentan los creacionistas, es que este comportamiento no pudo haber sido lento y gradual, porque en el primer invierno, el pájaro, por ejemplo, ya se hubiese muerto de hambre.

Este comportamiento, entonces, debería haber estado listo, pleno y capaz de salvar a este grupo en inviernos y momentos de hambruna. Esto es un punto para el creacionismo y para un diseño inteligente, es decir, Dios creó a estos seres tal como son.

Además, ¿cómo sabría el pájaro que, almacenando en la tierra, tendrían semillas para los períodos sin semillas? Es mucha información para no haber sido diseñada de esa manera. La naturaleza muestra que se está produciendo una selección natural, donde sobreviven los más aptos, pero no explica cómo sobrevivieron los seres, en sus inicios, sin la información necesaria en ese momento.

¡Esto parece haber sido creado por un Dios misericordioso!

Entonces, si reunimos la evidencia, podemos entender que nuestro mundo fue exactamente planeado, de principio a fin, como la Biblia lo dice.

Y tú, ¿ya has leído tu Biblia hoy?