Ojos de águila o de langosta

“Porque él contempla los confines de la tierra y ve debajo de todos los cielos” (Job 28:24, Reina-Valera 2015 online)

¿Estás contento con tu televisor? ¿Tiene una imagen nítida? ¿Y la cámara de tu teléfono? ¿Quisieras que pudiese grabar videos o tomar imágenes con mayor resolución y calidad? ¿Te ha sucedido ver videos donde la imagen se entrecorta o es de mala calidad? Es una experiencia bastante frustrante. La tecnología del video y las transmisiones digitales por internet (streaming) ha avanzado mucho, pero todo se basa en imitar dos dispositivos asombrosos que solamente una inteligencia infinita pudo haber diseñado: el ojo y el cerebro.

Entonces, si quisiéramos crear un dispositivo que funcione como nuestro cerebro, para interpretar las imágenes de una videocámara, que funcione como nuestros ojos, ¿funcionaría?

Los avances en el área de la robótica intentan dotar a los robots con videocámaras capaces de funcionar como nuestros ojos humanos y con un “cerebro” capaz de procesar e interpretar correctamente las imágenes que recibe.

Los científicos han elaborado cálculos matemáticos muy complejos (llamados algoritmos) para lograr lo que el ojo y el cerebro humano o animal es capaz de realizar todo el tiempo, pero hasta ahora no han tenido demasiado éxito. Sucede que en la naturaleza encontramos distintos tipos de ojos.

Por ejemplo, está comprobado que las águilas tienen una visión excepcionalmente nítida y precisa, lo que les permite sobrevolar a gran altura y detectar sin problemas una presa del tamaño de un roedor que se arrastra por el suelo. Tanto las águilas como los seres humanos tenemos un tipo de ojo en común, conocido por “ojo en cámara”. Esto significa que nuestros ojos proyectan una imagen invertida en el fondo del globo ocular, la que luego es interpretada por nuestro cerebro.

Pero algunos insectos tienen ojos mucho más sofisticados que los “ojos en cámara”. Por ejemplo, los ojos de las langostas y varias especies de moscas son “ojos compuestos”. ¿Qué significa eso? Que sus ojos son estructuras formadas por cientos o miles de tubos (omatidios), que apuntan en distintas direcciones, para recibir un rayo de luz. Estos tubos no proyectan una imagen completa invertida, como la imagen que logra formar el “ojo en cámara”. Cada tubo solamente aporta una pequeña parte de la imagen y, por eso se necesitan muchos omatidios para poder tener un campo visual amplio. ¡Eso es lo que les permite a las moscas ser tan hábiles para evitar nuestros manotazos! Bueno, eso y sus veloces alas.

Un equipo formado por varios especialistas de distintas instituciones europeas, liderado por investigadores de las universidades de Lincoln y Newcastle, se puso a estudiar la estructura y funcionamiento de los ojos de las langostas. ¿Y por qué las langostas? Porque ellas tienen un sistema único para recolectar, reconocer e interpretar imágenes. ¡Su sistema es realmente fantástico!

El sistema de la langosta está formado por una estructura con sensores mucho más poderosos que cualquier desarrollo tecnológico actual. Algunos creen que el sistema de las langostas sería aplicable desde la industria de los videojuegos hasta la navegación robótica. El centro del sistema de las langostas se basa en la química y la electricidad, algo sin precedentes en la naturaleza.

La visión de la langosta constituye otra prueba de complejidad irreducible. Esto significa que es imposible que un sistema tan sofisticado como el ojo haya atravesado períodos evolutivos de miles o millones de años hasta llegar a ser útil a la langosta. De nada le serviría a los ancestros de la langosta moderna tener un ojo a medio evolucionar. O la langosta recibió ojos desde su surgimiento; o no hubiese podido sobrevivir ciega hasta nuestros días.

Pero, ¿sabes quién tiene ojos mejores aún que los ojos compuestos de los insectos? Aquel que creó todas las cosas. Jesús siempre nos contempla con una mirada de amor. Él tiene un interés especial en ti y en tu vida. Nos dejó la promesa maravillosa de volver muy pronto para mostrarnos un lugar mejor.

Entonces, ¿has leído tu Biblia hoy?