Un “cocorocó” muy amargo

Un “cocorocó” muy amargo

“Al instante un gallo cantó por segunda vez.[a] Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante por segunda vez,[b] me negarás tres veces». Y se echó a llorar”. San Marcos 14:72, NVI online.

¿Alguna vez te has preguntado por qué canta el gallo por la mañana? ¿Cómo sabe que necesita cantar en ese momento? ¿Tiene un reloj despertador?

Un “cocorocó” muy amargo

Bueno, debes saber que el misterio detrás de esta acción gallinácea aún no se ha resuelto por completo, pero algunas pistas ya se han recopilado.

Un grupo de científicos de la Universidad de Nagoya (Japón) decidió investigar este fenómeno para buscar respuestas. Recogieron varios gallos y los dejaron en varios entornos en el transcurso de varias semanas. En estos entornos, los científicos utilizaron luces brillantes, sonidos fuertes, áreas oscuras y otras formas de cambiar el entorno original de estos seres, interactuando y creando nuevas situaciones.

Un “cocorocó” muy amargo

Todas las reacciones del grupo fueron descritas y analizadas, especialmente cuando buscaban saber si tenían un estímulo interno (reloj biológico) que les dijera cuándo era el “momento adecuado”.

Los científicos cuestionaron si hubo un factor o muchos factores que hicieron que los gallos cantaran por la mañana y descubrieron que las aves reaccionan a factores externos como su entorno. Por esta razón, los ruidos y las luces altas despiertan al gallo, ya que se siente amenazado, y canta para decir que ese es su territorio.

Pero eso no sucede solo al comienzo del día, sucede cada vez que se siente amenazado. Así, al amanecer, el gallo les dice a todos que él es el jefe allí.

Pero, ¿cómo sabe el gallo que debe cantar dos horas antes de que salga el sol? Bueno, todavía intriga a los científicos esta conducta, ¿lo sabes?

En la Biblia, el incidente más conocido que involucra el canto de un gallo recuerda el miedo de Pedro de confesar que era cercano a Jesús frente a las personas. A pesar de que había sido advertido, Pedro negó tres veces que conocía a Jesús.

Del mismo modo, muchas personas tienen miedo de decir que siguen a Jesús y sus enseñanzas. ¡No permitas que los “gallos” se interpongan en tu historia con Cristo Jesús! ¡Sé siempre valiente!

Entonces, ¿continuamos conociendo la obra de nuestro maravilloso Dios?