Qué fue primero: el huevo o la gallina
Es maravilloso reconocer el gran trabajo del Creador al diseñar cada parte de nuestro cuerpo.
Es maravilloso reconocer el gran trabajo del Creador al diseñar cada parte de nuestro cuerpo.
¡Qué ventajas tiene un cristiano creacionista que puede disfrutar de verdades que luego serán comprobadas por la ciencia!
Fuimos creados a imagen y semejanza del Creador. Él “escribió” las cualidades particulares humanas en nuestro ADN.
Cuanto más estudiamos y analizamos los mecanismos de la naturaleza, más evidencias encontramos del gran Diseñador.
Toda la naturaleza nos muestra evidencias de un Dios creador y sustentador. Él es quien ha colocado las condiciones necesarias para la vida en nuestro planeta.
Nuestro Creador diseñó muchos “detalles” en la naturaleza para nuestro deleite, y para que aprendamos más acerca de su maravillosa creación.
Por más que los avances tecnológicos lo hayan querido imitar, nada se iguala al complejo funcionamiento de nuestro sistema nervioso central.
En este artículo comentamos el diseño de la cabeza del pájaro carpintero. Al mover vigorosamente su cabeza, este pájaro puede dar hasta 22 golpes o picotazos por segundo. Se ha calculado la fuerza de cada golpe y supera mil veces la fuerza de gravedad. ¡Estos datos son increíbles! ¿Qué hace que la cabeza de este pájaro no explote al final del día?
Antes del pecado, la relación entre todo lo creado y Adán recordaba a la humanidad la relación personal y placentera con el Creador, basada en el amor. También recordaba la interdependencia y el servicio en todo lo creado. Pero ese el equilibrio presente en la semana de la Creación se rompe luego de la entrada del pecado.
Algunos científicos argumentan poéticamente que todo lo que vemos, incluida la vida, se formó del polvo de las estrellas. Pero los cristianos creemos que Dios es el Creador y pronto vendrá otra vez a visitarnos.