Qué fue primero: el huevo o la gallina

Qué fue primero: el huevo o la gallina

“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Salmo 139:16, versión RV 1995 online.

Desde la más remota antigüedad, la pregunta del título quitó el sueño a grandes pensadores y a gente común. Filósofos de la talla de Aristóteles y Plutarco meditaron en este dilema. Ya en nuestros días, el mismísimo Stephen Hawking parece haber dedicado algún pensamiento a esta pregunta, que no por simple es menos profunda.

Y es que formular una respuesta es más que un pasatiempo para la sobremesa del domingo. Si se analiza, tiene que ver con el origen de la vida en nuestro planeta. Teniendo en cuenta que toda gallina viene de un huevo, y que todo huevo comienza con una gallina, a primera vista la regresión infinita se hace difícil de evitar: no hay un punto de inicio que resulte obvio.

Lo mismo cabe afirmar en otro caso menos evidente: el ADN, depósito de la información genética que nos hace (en parte) ser lo que somos. Sin entrar en detalles acerca de la complejidad de esta molécula, mencionaremos solamente algunos datos. Desde el momento de la concepción, cuando se formó tu primera célula, esta tuvo que realizar una copia de su ADN antes de poder dividirse en dos. Esas células se dividieron a su vez, y ese proceso se repitió billones de veces, hasta que llegaste a ser (entre otras cosas) lector de estas líneas. Lo cual significa que, en cada célula de tu cuerpo, hay una copia completa del ADN que recibiste de tus padres.

Ahora bien, esto es más fácil decirlo que hacerlo. Para poder duplicarse, el ADN necesita la ayuda de ciertas enzimas, sustancias que aceleran las reacciones químicas dentro de las células. Aquí es donde volvemos al comienzo, al dilema del huevo o la gallina. Las enzimas se fabrican a partir de la información contenida en el ADN. Es decir, se necesita ADN para fabricar enzimas. Y a la vez, se necesitan enzimas para fabricar ADN. Entonces, ¿cuál surgió primero? Tanto el ADN como las enzimas son sustancias enormemente complejas. Ya sería demasiado arriesgado afirmar que una de ellas surgió por casualidad; decir que ambas surgieron por sí mismas al mismo tiempo, es llevar el argumento demasiado lejos.

Muchos biólogos han intentado dar una respuesta a esta paradoja. La hipótesis más aceptada se denomina “mundo de ARN”. Este primo del ADN se habría encargado en el principio de todo el proceso. Pero no hay evidencias suficientes de que esto haya sido así alguna vez, ni explicación de cuándo y cómo el ARN les cedió el control al ADN y las enzimas.

Existe aún otra posibilidad: tanto el ADN como las enzimas fueron diseñados, desde el mismo comienzo, para trabajar juntos. El divino Diseñador escribió en cada una de nuestras células “todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”.

Por Gustavo Andrés Jara