Biodiesel: sustituto del petróleo

A lo largo de la historia, se han hecho muchos intentos para reemplazar la fuerza humana o animal por combustibles orgánicos e inorgánicos. Los más utilizado son los derivados del petróleo. Sin embargo, se han ideado distintos combustibles para sustituir el petróleo en el intento de disminuir los efectos negativos del petróleo y sus derivados sobre el medio ambiente.

A fines del siglo XIX, se comienzan a emplear hidrocarburos como fuente de energía. Sin embargo, la idea de usar aceites vegetales como combustibles en los motores se remonta a 1895. En una exposición mundial realizada en Paris, Rudolf Diesel presentó su motor Diesel, alimentado por aceite de aguacate. En otro intento por reemplazar el petróleo, Henry Ford, en 1908, diseñó un automóvil para que fuera usado con etanol.

Hoy en día, las alternativas son diversas y se las obtiene de diferentes biomasas. Se entiende por biomasa, a cualquier tipo de materia orgánica que haya tenido su origen inmediato en el proceso biológico de organismos recientemente vivos. Existen distintos tipos de biomasas:

  • Biomasa natural. Es la que producen los ecosistemas silvestres. El 40% proviene de los mares.

  • Biomasa residual. Es la que se puede extraer de los residuos agrícolas y forestales.

  • Cultivos energéticos. Provenientes de cultivos que suministran la biomasa para producir biocombustibles.

  • Biomasa primaria. Es la materia orgánica formada directamente de los seres autótrofos.

  • Biomasa secundaria. Es la producida por los seres heterótrofos extraída de la materia fecal o la carne de los animales.

Los biocombustibles son aquellos biocarburantes como alcoholes, éteres, ésteres y otros productos químicos que provienen de compuestos orgánicos de base celulósica que sustituyen en parte el uso de la gasolina. De esta manera, se convierten en una alternativa para reemplazar el uso del petróleo.

Las ventajas del biodiesel son múltiples, pero no podemos dejar de mencionar sus desventajas. Entre ellas: los altos precios, la deforestación para los extensos cultivos, el uso de agroquímicos, el uso del agua, la crisis alimentaria, entre otros.

Una vez queda en evidencia el gran potencial que tienen los productos de la tierra que Dios ha creado. Él nos ha puesto como mayordomos de su creación. El uso responsable de los recursos es una manera de reconocer y agradecer todo lo que Dios nos ha dado. Cuando Jesús estuvo en la tierra nos enseñó que debemos hacer un buen uso de los recursos que él nos ha dado: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada” (Juan 6:12, DHH versión online).