¿Qué te viene a la mente cuando te mencionan medio ambiente? ¿Piensas en una jungla o en un matorral? O pensemos en un gran bosque como el Amazonas, que está presente en los países de América del Sur: con un 79% en Brasil y el otro 21% distribuido en Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guayana Inglesa, Guayana Francesa y Surinam.

Ahora, hagamos un ejercicio mental: pensemos en una imagen del Amazonas. ¿Pensamos? Ahora saca todo lo que tiene vida. ¿Qué quedó?

Si tu respuesta fue “nada” ¡Necesitas pensar más! En la naturaleza existen los factores bióticos y abióticos del medio ambiente. Los denominados factores bióticos se refieren a seres vivos que habitan o transitan un determinado entorno. Los biólogos son científicos que estudian la vida en todos sus entornos y utilizan el prefijo bio- con el significado de vida, como plantas y animales, por ejemplo.

Los factores abióticos, en cambio, se refieren a todo lo que no tiene vida. Los biólogos usan la letra “a” antes de la palabra, ¡cuando quieren decir no! Por lo tanto, la luz solar, la temperatura, el suelo, el agua y el aire atmosférico, son factores abióticos.

Estos factores abióticos son muy importantes en el medio ambiente, ya que promueven o incluso obstaculizan a los seres vivos. ¿Has pensado qué pasaría si el calor del sol aumentara mucho a nuestro alrededor? ¿Cómo nos veríamos cada uno de nosotros?

Piensa nuevamente en la imagen de la selva amazónica. Si tomaste todo lo que tiene vida, los seres bióticos (plantas, animales), quedan factores abióticos, que son el suelo, el agua, el viento, etc.

La naturaleza que nos rodea en su conjunto está compuesta por estos dos elementos. Pero cuando estos elementos no concuerdan, se produce una gran pérdida para el medio ambiente, que lo hace casi imposible para la vida. Un viento y una lluvia muy fuertes hacen mucho daño, ¿no es así? Imagínate si otros elementos se dejaran fuera de control.

Muchas áreas, incluso, pueden convertirse en desiertos. El cambio climático altera el medio ambiente de formas que aún no podemos comprender. ¡Así que es necesario conservarlo!

Uno de los bienes más caros del planeta es el agua potable, esa que podemos beber. Pues bien, el acceso al agua es fundamental para los seres humanos, así como para el crecimiento de las plantas y la vida de los animales.

Por eso Jesús se refirió a él mismo como el Agua de vida. Si los seres humanos desean aprender acerca de él y, lo que es más importante, permanecer en él, nunca más volverán a tener sed.

¡Qué promesa tan fantástica! Aprender de Jesús y descansar de las preocupaciones del día. Haz esto, lee historias sobre Jesús y sus milagros. ¡Hay historias fascinantes que están allí en la Biblia esperándote!