Después de todo, ¿el océano es azul o verde?

“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.” Mateo 5:14-16, versión Dios Habla Hoy online.

Muy probablemente ya debes haber estado en una playa o visto alguna imagen del océano. ¿Estás impresionado? ¿Cuál es el color del agua? ¿Azul o verde?
Extraño, ¿no? ¿Los océanos tienen color? Y cuando bebemos agua, ¿tiene color? Entonces, ¿cuál es el color del agua?

El agua pura es AZUL, ¿lo sabías? En un vaso de agua hay muy poca cantidad para poder percibirlo. Pero si colocas una gran cantidad de agua en un recipiente grande, verás que es de un azul claro.

Recuerda: el color del agua depende de cómo la luz, especialmente la del Sol, golpea las moléculas del agua que la absorben. La luz del Sol es blanca, es decir, el conjunto de todos los colores del arcoíris. Las moléculas del agua absorben gran parte de la banda del verde y del rojo, pero la parte azul es reflejada, enviada hacia fuera, formando su color característico, que se puede ver en las piscinas.

Pero el agua puede cambiar de tonalidad. Esto va a depender del material que está presente en ella, de la profundidad y de lo que está en el fondo.

Por ejemplo, cerca de la costa, el agua de los océanos está repleta de micro plantas y mucho material orgánico (restos de plantas y animales) que son arrojados por los vientos. Estos micro vegetales llamados fitoplancton poseen una estructura igual a las plantas terrestres, un pigmento llamado clorofila, que las hace verdes. Este pigmento absorbe casi toda la luz azul y roja y refleja casi toda la luz verde, dejando el agua verdosa en esas regiones.

Para hacer una comparación, los espacios de los océanos que son azules son áreas sin la presencia de grandes cantidades de seres vivos, como si fueran un desierto. Las áreas donde el océano es verde, serían las áreas que podrían ser comparadas con bosques tropicales.

Pero la profundidad también influye en los colores. Vamos a imaginar un paseo en las profundidades del océano. Vamos a escoger un submarino AMARILLO para ir a las profundidades del océano. En la superficie y en los primeros metros bajo el nivel del mar, nuestro submarino sigue amarillo. Pero al llegar a más de 30 metros, casi toda la luz amarilla, naranja y roja que viene en los rayos solares que atraviesa el océano fue absorbida por las moléculas del agua y por eso, sobra las bandas azul y verde, cambiando el color de nuestro submarino para un AZUL VERDOSO. A medida que bajamos, añade la banda verde y solo se ve un AZUL BIEN OSCURO y turbio. Más profundo el submarino se verá GRIS OSCURO.

Entonces, en nuestro planeta, bajo la acción de nuestra estrella, el Sol, el agua es azul claro. Pero cambia de color a medida que cambian sus reflejos.

Todo esto nos comunica algo. ¿En qué ambiente estás? ¿Eres capaz de reflejar sin distorsiones la luz de Cristo a los demás? ¿Cuál es el color que reflejas de la luz que has recibido?

Estas son preguntas importantes para ti. Todos podemos emitir empatía, amor y compasión. Busca reflejar una luz positiva, de la misma manera que Jesús enseñó.

¡Debemos ser una luz para este mundo!

Y entonces, ¿vamos a seguir conociendo la obra de ese Dios maravilloso?