Protección de las especies en peligro de extinción

Protección de las especies en peligro de extinción

“Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves de los cielos, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo” Génesis 1:28, versión NVI online.

Al final del sexto día, cuando Dios había creado todo, bendijo al hombre y le autorizó utilizar los vastos recursos de la naturaleza para sus necesidades. El ser humano era el mayordomo de la creación y podía utilizar los recursos naturales con responsabilidad, benevolencia y economía. Todo el cielo estaba regido por la ley de amor, el bien del otro era la motivación de todas las relaciones.

Con la entrada del pecado, el hombre se apartó de la ley del Creador. Sus caminos no eran bien direccionados. La naturaleza fue puesta al servicio del hombre. No solo se hizo mal uso de los recursos naturales, sino que se los sobreexplotó y, en algunos casos, se los modificó.

En la actualidad hay muchas especies que se han extinguido por el mal uso de lo que Dios había provisto para el hombre. La deforestación, la caza furtiva y la sobreexplotación son algunas de las acciones humanas que atentan contra el plan de Dios.

Animales y vegetales son privados de los recursos necesarios para existir, mueren a gran escala y sus hábitats son desolados.

En un intento por restablecer el equilibrio planetario, el hombre ha propuesto campañas de cuidado del medio ambiente basadas en la estrategia de las 3 R: reducir, reciclar y reutilizar.

  • Reducir. Evitar todo aquello que genera un desperdicio innecesario.

  • Reciclar. Recoger y tratar los desechos para obtener nuevos productos.

  • Reutilizar. Aprovechar los residuos o desechos para fabricar otras cosas, o bien darles otro uso.

Después que Jesús multiplicó los panes y los peces y todos se habían alimentado: “…los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron”. Mateo 14:20, NVI online.

Nada debía ser malgastado. Todo debía ser aprovechado. Los principios propuestos por las campañas actuales no son nuevos, derivan del mismo principio que Jesús ya había propuesto muchos años atrás.

En nuestros días, es un gran desafío reciclar cuando todo está pensado para que sea descartable. Así como Jesús, debemos “recoger los pedazos”, dentro de nuestras posibilidades, y hacer buen uso de todo lo que Dios nos ha regalado. Intentemos reducir el uso de materiales o recursos que podemos evitar, reciclar los útiles escolares u objetos que podemos reinventar y reutilizar envases o recipientes. No cambiaremos el mundo, pero aliviaremos el sufrimiento y seremos fieles mayordomos.

Miles de animales marinos como los pingüinos, las ballenas, las tortugas, las focas, los peces, las marsopas, las aves marinas y los delfines mueren cada año debido a la ingesta de bolsas plásticas que llegan a los ríos y mares como desechos. Por ese motivo y muchos más, es nuestra responsabilidad hacer buen uso de los recursos.

“La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así la dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser libertada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios”. Romanos 8: 19-21, NVI online.